Cómo encontrar la plancha adecuada

Cómo encontrar la plancha adecuada

En el mercado hay muchas planchas para el pelo. En algún momento surge la pregunta: ¿cuál es el producto adecuado para mí y cómo puedo utilizarlo correctamente?

Además del precio y los aspectos técnicos, también debes prestar atención a tu tipo de pelo y al estado de tu cabello a la hora de comprar. Te mostraremos algunos puntos que debes tener en cuenta a la hora de comprarla y utilizarla, ¡para evitar dañar tu pelo!

Qué comprobar en una plancha

- Para evitar daños permanentes por el calor, tu plancha debe tener un control de temperatura. El pelo sano y naturalmente liso suele necesitar menos calor que el pelo muy encrespado o grueso.

- El pelo fino o corto normalmente sólo necesita planchas con placas estrechas. Si tienes el pelo muy grueso, te recomendamos que utilices modelos con placas anchas.

- ¡Presta atención al revestimiento! La cerámica, el titanio o la turmalina protegen el pelo y aumentan la suavidad durante el uso.

- Hay modelos que también tienen un sensor de protección térmica. La temperatura se regula automáticamente y puede contrarrestar los daños al cabello.

- Tecnología de iones: durante el alisado, el pelo se recubre de iones cargados negativamente, que tienen un efecto positivo en el equilibrio de hidratación.

Errores que no debes cometer durante el uso

  • Nunca alises el pelo cuando esté húmedo o mojado.
  • Presta siempre atención a la temperatura adecuada y asegúrate de adaptarla a tu tipo de cabello (ver más arriba).
  • No tires del pelo hacia abajo con la plancha. Coge un peine y elige un mechón grueso. No te alises desde el nacimiento del pelo, sino desde el centro del mechón.
  • Los cabellos muy dañados, por ejemplo después de una decoloración, no deben alisarse durante mucho tiempo, pues su estructura ya está muy dañada. Si lo alisas con calor, el pelo puede dañarse aún más en un abrir y cerrar de ojos.
  • ¡Utilizar planchas SIN protector térmico es tabú! Nunca olvides utilizar un spray protector del calor, ya que recubre el pelo como una eficaz capa protectora.