¡Adiós a las manos secas!

¡Adiós a las manos secas!

Consejos rápidos y sencillos para cuidar las manos

Utilizamos las manos todos los días, pero al hacerlo las exponemos a los cambios de temperatura, al clima y a la contaminación. El frío, el calor, el trabajo, los lavados frecuentes y los desinfectantes pueden sobrecargar la piel de nuestras manos. Además, la falta de atención que prestamos a nuestras manos, en comparación con otras partes del cuerpo, también puede afectar a su sequedad. La piel de las manos reacciona a menudo agrietándose, se vuelve quebradiza y enrojecida o empieza a arder. En particular, la estación más fría y el aire caliente de la calefacción son los que más daño causan a la irritación de la piel de las manos.

Aquí tienes algunos consejos rápidos y sencillos sobre cómo cuidar mejor tus manos.

Lávate bien las manos
Lavarse las manos a menudo es importante, en este periodo aún más. Sin embargo, las temperaturas demasiado frías o demasiado calientes y las lociones limpiadoras agresivas pueden sobrecargar la piel de tus manos y resecarlas rápidamente. Por eso es esencial, sobre todo si tienes la piel sensible, utilizar un jabón suave, de pH neutro, que elimine suavemente la suciedad y las células muertas de la piel, protegiendo al mismo tiempo la barrera cutánea.

Utiliza una mascarilla de manos
Utiliza de vez en cuando una mascarilla específica para las manos. Tiene el mismo efecto que una mascarilla facial y refresca la piel sin apelmazarla. Alivia la sequedad y la sensación de tirantez de la piel, a la vez que proporciona un buen apoyo a la barrera cutánea.

Aplica crema de manos
Si sueles tener las manos secas a menudo, prueba a aplicarte regularmente una crema de manos muy rica e hidratante. Pero asegúrate de prestar atención a tu tipo de piel, ya que las pieles muy sensibles reaccionan rápidamente a las fragancias y otros aditivos químicos.

¿Has bebido demasiado poco?
Ahora se sabe que la estructura de la piel suele estar influida por el estado interno. La escasez de agua, la mala alimentación o las carencias pueden ser la causa de ciertas irritaciones cutáneas. Si tu piel se irrita o enrojece mucho durante un periodo prolongado, debes consultar a un médico para que te dé consejos más específicos.