Qué hacer y qué no hacer en caso de acné

Durante la adolescencia las hormonas masculinas de nuestro cuerpo estimulan las glándulas sebáceas, haciendo que produzcan más grasa de la necesaria. ¿El resultado? Espinillas, puntos negros, impurezas y muchas veces inflamaciones muy dolorosas. El cambio físico puede ser muy difícil y también muy estresante.

Hoy te damos algunos consejos útiles para combatir el acné

¡Renuncia al latte macchiato, Big Mac y Nutella!

• La leche contiene andrógenos y otros factores de crecimiento no esteroideos que pueden favorecer la síntesis de grasa. Se ha demostrado científicamente que, después de una pausa en la ingesta de leche y los productos lácteos, las personas que sufren de acné moderado a severo experimentaron mejoras significativas en su piel.
• El azúcar eleva los niveles de insulina en la sangre y es importante para el suministro de energía. La cantidad de azúcar consumida tiene consecuencias negativas. A la larga, un exceso de azúcar conduce a una mayor formación de grasa y, por lo tanto, constituye el caldo de cultivo perfecto para la formación de nuevas impurezas en la piel.

Resumiendo, despídete de: papas fritas, refrescos, alcohol, chocolate, leche y productos lácteos, ¡así como de tus hamburguesas favoritas de comida rápida!

Esto es lo que no es bueno para la piel propensa al acné:

• Productos desengrasantes: en la medida de lo posible evitar los productos con efecto "desengrasante", ya que tienden a ser contraproducentes. La piel necesita una capa de grasa que la proteja de las influencias ambientales como el frío, el calor, los gérmenes y los productos químicos. Además, estos productos suelen tener un efecto muy agresivo e irritan la piel.
• Cosméticos demasiado agresivos: comercializados principalmente "para las espinillas", algunos de estos productos cosméticos suelen ser demasiado agresivos y resecan gravemente la piel. Asegúrate de que los productos que uses no tengan fragancia, sean a base de agua y sean delicados. Tu piel ya está severamente irritada por sí sola y necesita mucha hidratación. Si tu piel se quema después de aplicar un producto, ¡no lo vuelvas a usar!
• Cremas o lociones “nutritivas”: son más adecuadas para pieles maduras o muy secas. Para pieles con tendencia acnéica, recomendamos cremas ligeras en gel.
• Piel "demasiado" cuidada: la limpieza es importante para evitar la formación de un caldo de cultivo para las bacterias. Sin embargo, frotar con fuerza o usar demasiados productos puede irritar la barrera natural de la piel sana, causando que se formen más granos e inflamación. Es muy importante que la piel no esté tirante. Si lo está, significa que la limpieza fue demasiado agresiva. Después de la limpieza, sécate siempre el rostro con una toalla limpia y recuerda lavar la toalla regularmente al menos a 60 °C.
• Apretar espinillas: usa cremas especiales anti-espinillas para aplicar únicamente en la zona afectada. Inhiben la inflamación y permiten que la espinilla desaparezca rápidamente. ¡Si revientas la espinilla, destruyes los pequeños vasos sanguíneos y se forman las famosas y antiestéticas cicatrices del acné!

Sin embargo, siempre es bueno acudir a un especialista para que te aconseje. Te recomendamos que te revises la piel para obtener atención específica para tus necesidades.

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